Es hoy una de las marcas españolas más reconocidas dentro y fuera del país. Desde Villaviciosa, exporta a más de veinte países, incluyendo México, Cuba, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Japón o Emiratos Árabes. 

Su actual directora de marketing y comercial, María Cardín Blanco —quinta generación familiar al frente del proyecto—, ha sido una figura clave en el desarrollo estratégico y emocional de la marca, uniendo tradición e innovación, vínculos afectivos y visión de futuro.

Detrás de esta larga trayectoria, hay una considerable presencia femenina, tanto en la gestión actual como en el equipo que ha sostenido el proyecto a lo largo del tiempo. Y cinco generaciones de una misma familia han mantenido vivo el espíritu de la casa, con una continuidad basada en la plena implicación, la inclusión activa y una mirada orientada al crecimiento conjunto. 

Fundada en 1890, la compañía introdujo un innovador método de champanización para conservar la sidra durante las largas travesías marítimas. Esa apuesta temprana por la exportación marcó el carácter de la empresa y reforzó su vínculo con los emigrantes asturianos. 135 años después, su legado continúa vivo y su proyección internacional no ha dejado de aumentar.

La empresa se caracteriza por combinar tradición y tecnología para ofrecer productos de alta calidad, manteniéndose fiel a sus raíces asturianas y a un compromiso continuo con la innovación, la sostenibilidad y la expansión cultural.