Caro Import

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Cocina, sorprende y enamora con este menú de tres recetas perfecto para San Valentín
  • Ya sea con pareja o sin ella, San Valentín es la excusa perfecta para disfrutar de una comida especial.
  • Los expertos de Caro Import presentan tres recetas irresistibles para un menú sofisticado con el inconfundible toque del Dulce de Leche Márdel.

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San Valentín es la ocasión perfecta para darse un capricho y celebrar el amor en todas sus formas: en pareja, con amigos o disfrutando de un momento especial a solas. Y es que, más allá de los regalos, pocas cosas expresan tanto cariño como una comida bien preparada. Compartir una comida o cena especial es una forma de crear recuerdos, de sorprender y de convertir un día cualquiera en un momento inolvidable.

Con esto en mente, los expertos de Caro Import proponen un menú irresistible para disfrutar del 14 de febrero con recetas que combinan elegancia, sabor y el toque perfecto de dulzura.

- Entrante: Empanadas de queso de cabra, miel y nueces. El equilibrio entre lo dulce y lo salado es siempre una apuesta segura. La cremosidad del queso de cabra contrasta con la dulzura de la miel y el toque crujiente de las nueces, logrando un bocado sofisticado y delicioso.

Necesitarás: un pack de tapas para empanadas Doña Petrona, 80 g de queso de cabra, 1 cucharada de miel, un puñado de nueces picadas, romero fresco (opcional) y pimienta negra. Precalienta el horno a 180°C. En un bol, mezcla el queso de cabra desmenuzado con la miel y las nueces picadas. Coloca una cucharada del relleno en el centro de cada oblea de empanada, dobla y sella los bordes con un tenedor. Hornea las empanadas durante 12-15 minutos o hasta que estén doradas. Al sacarlas del horno, espolvorea un poco de pimienta negra y, si deseas, una ramita de romero fresco. Sirve tibias para disfrutar de su textura crujiente y su delicioso sabor.

- Principal: Solomillo de ternera con reducción de Malbec y puré de boniato. Cuando se trata de una ocasión especial, el plato principal debe ser sabroso, elegante y visualmente atractivo. Una opción sabrosa y elegante que combina la intensidad del solomillo con la suavidad del puré de boniato. El Malbec, con sus notas de frutas oscuras como ciruelas y cerezas, aporta una dulzura que armoniza con la carne, mientras que las especias suaves, como la pimienta negra, enriquecen la salsa, elevando el sabor del plato.

Para dos personas, necesitarás dos medallones de solomillo de ternera (150 g cada uno), 1 vaso de vino Malbec, 1 cucharada de mantequilla, 1 cucharadita de miel, 1 boniato grande, 50 ml de nata líquida, sal, pimienta y aceite de oliva. Empieza pelando y cociendo el boniato hasta que esté tierno. Luego, tritúralo con la nata, la mantequilla y una pizca de sal hasta obtener un puré cremoso. Mientras tanto, en una sartén caliente con un poco de aceite de oliva, sella los solomillos a fuego alto durante 2-3 minutos por cada lado, dependiendo del punto deseado. Resérvalos y, en la misma sartén, añade el vino Malbec, dejando reducir a la mitad. Incorpora la miel y la mantequilla para dar brillo y espesor a la salsa. Sirve la carne sobre una cama de puré de boniato y baña con la reducción.

- Postre: Baked Alaska de Dulce de Leche. Con su combinación de helado, bizcocho y un merengue dorado al soplete, forma un contraste irresistible de texturas y temperaturas para dar el broche de oro a una comida exquisita.

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Bate un huevo con azúcar hasta blanquear, añade el aceite en hilo e incorpora harina con levadura. Hornea en un molde a 180°C por 15 minutos y deja enfriar. Para el almíbar, hierve azúcar, agua y ron por 2-3 minutos y deja enfriar. Para el helado, cocina leche, yemas y azúcar hasta obtener una crema inglesa, mézclala con Dulce de Leche Márdel y, cuando enfríe, integra la nata montada con movimientos envolventes. Vierte en un molde semiesférico y congela 10 minutos. Añade una capa de dulce de leche y coloca encima el bizcocho humedecido en almíbar. Congela al menos tres horas. Cubre con merengue suizo y gratina con un soplete antes de servir. El resultado es un postre de impacto visual y un contraste de temperaturas y texturas que harán de cada cucharada una experiencia inolvidable.