Autenticidad, origen y placer gastronómico. Así es la experiencia que propone Sabor Ibérico, la empresa madrileña consolidada en el sector de la alimentación gourmet con denominación de origen, en su incursión más ambiciosa en el circuito de festivales de verano en España. Este 2025, Sabor Ibérico traslada su universo de sabores a algunos de los eventos culturales y musicales más relevantes del país. Y lo hace como proveedor oficial de catering, con presencia en tres espacios clave: foodtrucks para el público general, servicio exclusivo en zonas VIP y atención personalizada en el backstage.
Foodtruck gourmet: sabor auténtico en formato festivalero
La música no es lo único que se disfruta en un festival. Este verano, Sabor Ibérico propone una nueva forma de vivir el directo: desde el paladar. En un contexto como el de los festivales, donde la inmediatez es clave, Sabor Ibérico apuesta por mantener intacto su estándar de calidad.
Con un foodtruck pensado para ofrecer rapidez sin perder esencia, la firma apuesta por una carta práctica, pero elaborada con la misma exigencia que define su ADN: productos ibéricos de alta calidad, elaborados sin aditivos y seleccionados por su origen.
La clave está en el equilibrio: ofrecer platos atractivos y servidos con fluidez, pero que mantengan el sello de autenticidad que distingue a la marca. El equipo de atención ha sido formado para ofrecer un servicio cercano, profesional y dinámico, que convierte la pausa gastronómica en parte del espectáculo.
Uno de los momentos más destacados será el festival del 11 de julio en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, con el icónico Black Coffee como cabeza de cartel. Allí, el foodtruck de Sabor Ibérico compartirá escena con miles de personas, fusionando alta gastronomía y cultura urbana en un mismo espacio.
Zona VIP: un espacio donde la gastronomía eleva la experiencia
Los espacios VIP de los festivales serán también territorio de Sabor Ibérico. En ellos, la marca desplegará un servicio de catering que busca ir más allá del producto: una experiencia completa de hospitalidad, concebida como una extensión del universo gourmet de la marca.
El enfoque es claro: sorprender desde la sencillez bien ejecutada. Mesas con jamones de bellota, quesos artesanales con denominación de origen, conservas seleccionadas y maridajes ligeros. Todo servido con estilo, cercanía y atención personalizada.
La propuesta está diseñada para que el público VIP —invitados especiales, artistas, prensa, marcas— disfrute de un paréntesis sensorial dentro del ritmo frenético del festival, sin perder de vista la estética, la presentación y el confort.
Backstage gourmet: cajas personalizadas para artistas y producción
El tercer componente de este despliegue logístico y gastronómico se desarrolla en el backstage, entre camerinos, pasillos técnicos y zonas de producción. Allí, Sabor Ibérico ofrece un servicio continuo y flexible para cubrir las necesidades del personal técnico, la producción y los propios artistas.
Uno de los elementos más valorados son las cajas gourmet personalizadas, diseñadas según las preferencias de cada artista. Se preparan con antelación, incluyen productos ibéricos de primera calidad y acompañan al artista a lo largo del día sin interrumpir el flujo del evento.
Además, se habilita un punto de acceso permanente a snacks, tentempiés y productos gourmet durante todo el evento, de modo que el equipo técnico y artístico pueda disfrutar y sentirse tan bien atendido como quienes disfrutan frente a ellos.
Una marca con alma que encuentra en la música un nuevo canal de expresión para reforzar posicionamiento y visibilidad
Con esta triple presencia en los festivales de verano, Sabor Ibérico reafirma su capacidad de adaptarse a nuevos formatos sin perder su esencia: defender la cultura gastronómica española desde el origen, con productos reales, elaboraciones artesanales y un servicio impecable.
La iniciativa forma parte de una estrategia más amplia que incluye servicios para eventos privados, regalos corporativos, tienda online, tienda física y corners gastronómicos, confirmando que los valores de la marca —autenticidad, origen, proximidad y excelencia— pueden trasladarse con coherencia a nuevos formatos, sin perder su esencia y calidad.