Mar de Frades

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Mar de Frades dejó su huella en la inauguración del 28º Festival de Málaga como vino oficial

Por segundo año consecutivo, Mar de Frades se consolida como el vino oficial del Festival de Málaga, reafirmando su compromiso con el mundo del cine y aportando a esta nueva edición su frescura y su carácter atlántico. Un año más, la marca acompañó este prestigioso evento cinematográfico con su inconfundible Albariño, evocando la sensación de libertad y disfrute que la define.

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La marca ha apostado por perfiles malagueños, orgullosos de que su tierra sea cada vez más relevante para la cuna del cine y que han querido ser altavoz de ello. Entre las personalidades que asistieron al evento de la mano de la marca, destacaron Natividad Alcántara, Andrea González, Javier Ausín, Solange Janssens y su novio Antonio López, entre otros.

Mar de Frades, el icónico Albariño gallego, volvió a deslumbrar en el 28º Festival de Málaga como vino oficial del evento, reafirmando su vínculo con el cine, el arte y la cultura. La alfombra roja de la Gala Inaugural, celebrada el pasado 14 de marzo, sirvió como punto de partida para una semana repleta de talento cinematográfico y experiencias únicas, donde Mar de Frades brilló con luz propia.

Por segundo año consecutivo, la bodega se convierte en una aliada indispensable de uno de los encuentros más importantes del cine español, llevando su espíritu atlántico, fresco y sofisticado a cada rincón del festival. Su presencia volvió a representar esa fusión perfecta entre elegancia, innovación y disfrute. 

Además, la bodega tuvo presencia destacada en varios eventos clave del festival en Málaga, incluyendo una exclusiva Sala VIP en el Teatro Cervantes, donde los asistentes disfrutaron de la espontaneidad y la esencia de Mar de Frades en un ambiente único.

Otro momento importante de la programación del Festival fue la fiesta de inauguración en el emblemático Hotel Castillo de Santa Catalina, donde los invitados fueron recibidos con una copa del emblemático Brut Nature Mar de Frades. En este enclave privilegiado, los asistentes disfrutaron con las vistas espectaculares a la bahía de Málaga y de una velada mágica que fusionó cine, cultura y enología.